Política y cambio social. Cuestiones de organización.
La sociedad merece ser transformada radicalmente. En las últimas décadas, han surgido en todo el mundo instancias organizativas que sin renegar del todo de las corrientes clásicas han intentado generar una mirada crítica y superadora de ellas. Al correr las últimas décadas, las luchas han variado en forma y efectividad en el marco de las reestructuraciones estatales. Reformas estructurales que fueron a la vez, fruto de las tensiones y antagonismos del capitalismo en su tendencia globalizante. En esa vorágine, se han creado espacios de construcciones organizativas que no tienen un dogma donde recurrir ni tablas de la ley que difundir, ni se pretenden. Las preguntas parecían cobrar más fuerzas y potencias que las respuestas encontradas. Sin identificarse plenamente en el anarquismo clásico o la izquierda partidaria, tienen sus raíces en esas corrientes, que no suelen revisar sus recetas encontradas y hoy ya fosilizadas. La mayoría de esas experiencias –estas de las últimas décadas- se han agotado antes de florecer; y en muchos casos directamente derrotadas. Estos documentos que recopilamos intentan aportar a las líneas de intervención que transitan una posible superación de la tradición revolucionaria en los caminos de la autogestión y el asambleísmo horizontalista. Quizás la idea fuerte que atraviesa tópico tras tópico sea la de autonomía; nos interesa aclarar sin embargo, que estamos muy lejos de desear algo así como un autonomismo utópico y principista ni nada similar que corra el peligro de volverse dogma o decálogo. Si creemos realmente que el mundo está cambiando en franca marcha hacia abismos peligrosos entendemos que ningún nuevo mesianismo puede arrogarse la supremacía sobre las particularidades. Sobre todo en tiempos en los cuales los caminos autoritarios y ultraindividualistas emergen fuertemente en todo el mundo con ropajes libertarios. En esa dialéctica entre lo particular y lo universal ensayamos estas líneas que buscan al menos vislumbrar un porvenir.